“El principio de igualdad de derechos significa que las necesidades de todas las personas son de igual importancia. En función de las necesidades de las sociedades deben planificarse, y todos los recursos deben emplearse con el fin de garantizar a cada persona su posibilidad de participación dentro de un marco de igualdad y equidad.”
Pese lo que dicen los preceptos Constitucionales de Ecuador en el sentido de considerar la igualdad de todos los ciudadanos inclusive mas allá de sus fronteras es el espíritu de la Constitución integrar a todos dentro del estado de derecho;
Art. 210, dice que se garantizará la equidad, paridad entre mujeres y hombres, al igual que la participación de los ecuatorianos y ecuatorianas en el exterior, en donde claramente se entiende que en el exterior debe ser representado por lo menos un hombre y una mujer en el exterior, vemos con tristeza una vez más cómo estos principios quedan en las buenas intenciones, ya que tanto los reglamentos y la propia ley del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social hablan de igualdad pero no de equidad y está hecha exclusivamente para los ecuatorianos que viven en el territorio nacional.
Es fácil comprobar que el propio Reglamento del Concurso de Méritos y Oposición para La selección de los integrantes del Consejo de Participación Ciudadana vulnera los derechos de un sector en favor de otros sectores:
En su Art. 27, Concluido el proceso de impugnaciones, el Pleno del Consejo Nacional Electoral, en el término de tres (3) días, procederá a designar como Consejeras y Consejeros principales del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, a las tres candidaturas mejor puntuadas en el grupo de mujeres, y a los tres mejor puntuados en el grupo de hombres, respetando la alternancia y secuencialidad.
En el caso de que hasta la sexta consejera o consejero no existiere un miembro de nacionalidades indígenas o pueblos afro ecuatorianos y montubios, el séptimo puesto será ocupado por el miembro de dichos grupos que tenga la mejor puntación, sea éste hombre o mujer. Igual procedimiento se aplicará para la designación de las consejeras y consejeros suplentes.
La selección de los integrantes del Consejo de Participación Ciudadana ha afrontado, desde su inicio, una serie de problemas y lo que es más grave se ha vulnerado los derechos de participación de las personas ecuatorianas residentes en el exterior quienes no han podido participar en igualdades de condiciones y menos aún ha existido equidad.
Basta con remitirnos a las preguntas de los exámenes de oposición que están relacionados con cultura general, realidad nacional, participación ciudadana, control social y ética pública. Los ecuatorianos que vivimos en el exterior pese a la situación geográfica estamos al tanto de la realidad nacional; pero con una visión mucho más amplia y en perspectiva de los aspectos más relevantes determinan la evolución o involución de las fases del desarrollo de nuestro país; es imposible que estemos al tanto del cotilleo político y menos aún de aquellos aspectos intrascendentes que se han incorporado al cuestionario del concurso de oposición para el Consejo de Participación ciudadana y Control social.
Y justamente vivir fuera de Ecuador; el hecho de conocer otras formas de hacer política, nuevas maneras de promover el desarrollo desde los gobiernos autonómicos y nacionales; nos permiten hacer comparaciones que pueden transformarse oportunamente en una forma de transferencia de “tecnologías” o en nuestro caso particular “experiencias positivas” aplicables al desarrollo socio económico de nuestro país.
No debemos olvidar que los ecuatorianos residentes en el exterior a diario son objeto de discriminaciones, agresiones raciales y xenofóbicas, siendo nuestro único pecado el buscar fuera de los límites patrios un bienestar para nuestras familias, además se calcula que somos más de tres millones de ecuatorianos los que hemos sido obligados a emigrar del país, lo que nos convierte en uno de los grupos sociales más vulnerables; numéricamente más importante y además económicamente indispensable, puesto que gracias a las remesas enviadas diariamente se ha podido sostener la economía del país, por lo que sin desmerecer el valor y esfuerzo de quienes se han quedado, el esfuerzo de los inmigrantes no es menos importante.
Si a esto lo sumamos la falta de información de las Instituciones del Estado en el exterior, en la participación en estas convocatorias, la falta de oportunidad de los ecuatorianos que viven en otras ciudades distantes a las ciudades donde existen los consulados rentados los mismos que son los únicos autorizados para llevar a cabo lo trámites de participación de dichas convocatorias, las propias dificultades para presentar la documentación, la prueba de oposición y las rectificaciones hacen que tengamos dudas sobre la conveniencia o no de participar en próximas convocatorias o fiarnos de las ofertas que gobierno tras gobierno se han hecho.
La escasisima oportunidad que vemos en estas convocatorias hace que la participación de los ecuatorianos en el exterior cada vez sea menor, así podemos constar que solo 36 personas se inscribieron para el concurso de los más de tres millones de ecuatorianos que residen en diferentes países, de los cuales 33 dieron las pruebas.
Por otro lado debemos manifestar que en el exterior hay dos clases de ecuatorianos, los que llegan por estudios gracias a su posición económica, los que viajan “becados” a través de la burocracia del estado y aquellos que limitados económicamente llegan en busca de nuevos días y a tres meses se convierten en personas ilegales que luego de un largo periodo de años de sacrificio logran arreglar su situación legal. Por todo ello es sorprendente ver como algunas autoridades de Ecuador manifiestan el apoyo al inmigrante ecuatoriano pero solo en presencia de los ecuatorianos de “primera clase”.
Es importante que los nuevos Consejeros del Consejo de Participación ciudadana tomen en cuenta estas sugerencias, para que al momento de considerar nombres para integrar los órganos ejecutores, asesores, de apoyo, delegados territoriales y los delegados temporales en el exterior; por ello si pretendemos de verdad la “Unidad Nacional ” es indispensable que se tomen en cuenta a los ecuatorianos residentes en el exterior en especial a quienes por su preparación y trayectoria transparente en el extranjero puedan aportar al desarrollo de nuestro país.
Lamentable mente, hoy por hoy somos marginados entre los marginados
Aún fuera del país seguimos siendo ecuatorianos!!!....
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